EL 8 de Marzo está señalado en el calendario como “Día Internacional de la Mujer”. Y este día, más que nunca, ha de convertirse en el que, con más contundencia, se refuerce y multiplique la lucha por los derechos de las mujeres: Derechos humanos universales que son irrenunciables.
Hoy, 8 de Marzo, alzamos la voz y visualizamos la lucha por la igualdad y por su desarrollo íntegro como persona; así como denunciamos las situaciones injustas y de desigualdad que seguimos sufriendo las mujeres en todo el mundo.
La precariedad estructural de nuestro sistema, tras años de políticas neoliberales, situaciones bélicas y de crisis social y económica, pone de manifiesto la necesidad de una perspectiva de género que atenúe las desigualdades entre hombre y mujeres.
Las mujeres asalariadas cubrimos las mayores tasas de temporalidad y contratos a tiempo parcial, una brecha salarial de un 25% respecto a los hombre y unas situaciones laborales más precarias, con los sueldos más bajo y más fáciles de despedir. En la actualidad, la maternidad sigue penalizando a las mujeres en el empleo.
En España, el trabajo no remunerado dedicado por las mujeres a los hogares, cuidados de mayores e hijos alcanza el 53% del PIB, lo que significa que el Estado hace recaer en las mujeres gran parte de lo que debería estar atendido por los servicios públicos y corresponsabilidad con los hombres.
Frente a las agresiones sexuales que sufren las mujeres es fundamental una educación afectivo-sexual desde la igualdad y la diversidad. Los continuos asesinatos de mujeres, niños y niñas deben ser condenados sin ningún tipo de concesión.
Los poderes públicos, como recoge nuestra Carta Magna, deben remover los obstáculos para garantizar el acceso a todos los recursos, en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, para que sea real y efectiva.
En nuestra historia de género se han producido avances, sin duda alguna, pero también retrocesos. A pesar de las profundas transformaciones culturales, legales, laborales, económicas y políticas hay que constatar que queda mucho por hacer, por conseguir, porque ningún país del mundo ha conseguido la igualdad real y, en algunos casos, la legislativa.
Ahora, y tras el repunte de la extrema derecha en nuestro país, que se cuestiona la integridad e independencia, los derechos de las mujeres.
Ahora, que la sociedad española se fragmenta entre quienes creen en la igualdad y quienes quieren mantener las desigualdades.
Ahora más que nunca las mujeres no podemos dar un paso atrás.
Por todo ello, el grupo municipal de Izquierda Unida propone al Pleno la adopción del siguiente:

ACUERDOS
1º.- Apoyar las acciones que se desarrollen en la reivindicaciones del 8-M.
2º.- Enarbolar la bandera feminista como símbolo de apoyo a la lucha de las mujeres.
3º.- Compromiso político de trabajar para generar un municipio de sujetos iguales en derechos y obligaciones, garantizando las mismas posibilidades de desarrollo.
4º.-Realización de campañas encaminadas a educar en la igualdad entre los y las más jóvenes y en la corresponsabilidad.
5º.- Instar a las distintas instituciones a desarrollar políticas para la erradicación de la brecha salarial entre mujeres y hombres, tanto en el ámbito público como privado, contribuyendo a eliminar cualquier discriminación de género que pudiera originarse en el ámbito laboral.